Algunas preguntas en torno a la literatura electrónica.

Pensar la literatura electrónica me lleva primero que nada a considerar cómo es y qué hace la literatura en sí misma y ello me lleva inmediatamente a la escritura y la lectura. De manera muy básica, mecánica quizá, la escritura comunica una idea al fijar el lenguaje en forma y contenido por medio de la palabra escrita. Mientras que el proceso de lectura decodifica el código gráfico, permitiendo al lector tener acceso a la idea presentada por escrito (aunque es un proceso mucho más complejo). Sin embargo al pensar en la literatura electrónica la cuestión es que tanto el escritor como el lector no están mediados únicamente por palabras fijas escritas en medios físicos, sino que están expuestos a la infinitud de posibilidades conceptuales tanto de lectura como de escritura que ofrece la tecnología digital y aunque ello no anula la triada escritor-medio-lector, la multitud de variantes del medio electrónico es el eje de este tipo de literatura. Es un medio inmerso en los diferentes campos de un medio mucho mayor, o más bien, de un mundo o universo paralelo: la internet.

Es emocionante pensar en las preguntas que surgen al reflexionar un poco sobre la literatura electrónica.

¿Cuáles son las posibilidades del medio y cómo este medio cambia las posibilidades de lectura y de escritura?
¿Cómo son las variantes de publicación y las posibilidades de acceso a los productos de la literatura electrónica?
¿Cómo afectan los constantes cambios tecnológicos a la literatura electrónica?

¿Qué pasa en los distintos contextos culturales y económicos, como cambian la recepción de los textos electrónicos?
¿Cuáles son las variantes extraliterarias de un texto electrónico y como cambian la lectura del mismo?
¿Cómo se leen los textos instantáneos sin el filtro de un gran aparato editorial y qué repercusiones tiene la instantaneidad en la misma creación?

Y así al infinito.

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