Digital Baroque
Anoche fuí a la charla ¨Style as Essence: Baroque,¨ en la cual se sugirió, entre varias características de los ejerccios barrocos, la deconstrucción de la dualidad jerárquica entre la sustancia y el adorno. Por como lo entendí (my own personal barroco, como la canción de Depeche Mode, Personal Jesus), desde una perspectiva barroca algorítmica, no hay una intención que sea expresada a través del estilo de un objeto cultural, sino que las características mismas del texto conforman o generan la posibilidad de leer las fuerzas que ¨animan¨ un objeto como inseparables del objeto mismo. Esta posibilidad de animar un texto a través de esta estrategia se me representó otra vez, casi unheimliche, al leer a Loss Pequeño Glazier para hoy día, en el poema digital White-Faced Bromelias on 20 Hectares y su ensayo que comenta el poema anterior, "Stringing Disturbances in Language Arrays: Reading by Close Reading. Las ¨variables¨ (como en la sociolingüística variacionista en otro de mis seminarios) o ¨cuerdas¨ (como quipus virtuales, aquí como múltiples temporalidades dentro del texto) que se repiten en diferentes formas son completas en sí mismas, todas son alternativas válidas. No hay diferencia jerárquica entre lo sustancial y lo accidental, pues aunque hay muchas posibilidades de lectura entre cada combinación de versos (y más aún de acuerdo a como decidamos navegar los poemas) cada variante de los versos permutados no es considerado una copia de un original, sino que tiene valor en sí misma. No hay diferencia entre simulacro y original, más bien hay una serie de versos asociados entre sí, como comunidades lingüísticas que creamos en la lectura fenomenológica del poema.
Mi pregunta más recurrente desde anoche es qué es lo que sucede con el ¨otro¨ del poema, ese lugar de Costa Rica desde el cual se sitúa o localiza la mirada o el código poético. Este ¨otro¨ se hace presente de varias maneras como fuerzas que invaden el poema. Por un lado, hay citas o fragmentos en español de cosas aparentemente escuchadas durante el viaje que parecen a veces interrumpir el discurso o generar muchos code-switchings que son como microcosmos o ¨dobles¨ caprichosos del procedimiento algorítmico de variación sistemática de los versos. Se logra una sprezzatura entre control algorítmico y vulnerabilidad o porosidad con el lugar. Esto genera una nueva posibilidad para una literatura de viajes, al menos como yo la entiendo a través de mis lecturas de literatura colonial y mis propios escritos durante viajes recientes. ¿Cómo resistir la tentación de adoptar la mirada ¨turística¨? Muchos de los versos del poema parecen jugar con esos impulsos consumistas o clasificatorios, pero son constantemente permutados a otras opciones o combinaciones que sugieren self-consciousness de la propia mirada o la inclusión de múltiples voces. Como creo que dijo el autor esta mañana, he lets us experience each of the possibilities of Hamlet to be or not to be phenomenally, y nos ayuda a formarnos nuestra propia opinión a través de la navegación de todas estas posibilidades de una manera que sólo es posible digitalmente....
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