The Body is the Message
Si bien el discurso predominante de la modernidad es de la linealidad del progreso, Media Specific Analysis y el lema ¨the medium is the message¨ demuestra que el progreso (mediático) es siempre relativo, y que implica violencia simbólica para silenciar nuestra conciencia de tal relatividad. Mientras avanzamos en la comprensión de algo, nos olvidamos de la comprensión de otras cosas que lo permitieron. Cada vez que adoptamos una innovación tecnológica se genera una disrupción de temporalidades, a manera de una huelga del trabajo usual de los sentidos. Con la estandarización de sus infraestructuras la nueva tecnología se vuelve una herramienta de uso, una extensión usual de nuestros cuerpos, y nos olvidamos de la mediación, como un silenciamiento de otros posibles usos del medio. Quizás esto es lo que ha pasado con nuestra lectura de los libros impresos, que se han vuelto herramientas de lectura desde el Renacimiento, y se ha perdido el sentido de los múltiples aspectos del libro como medio a favor de su contenido textual. La comparación entre libro impreso y código regenera nuestra capacidad de evaluar todas las temporalidades implicadas en la lectura de los libros y ayuda a revelar las ideologías de lectura implicadas.
En primer lugar, el código como metáfora material para ¨modos de lectura¨ de los libros. Lo que vemos en la pantalla de las computadoras es el resultado final de un proceso de traducción permanente de instrucciones algorítmicas. No hay nada que no sea traducido por la plataforma de lectura. Por ejemplo, para ambos poemas performáticos ¨Between Page and Screen¨ y ¨Poema Existencial. Augmented Reality Poetry Reading¨, necesitamos instalar en nuestra computadora algún programa de lectura, aparte de activar la cámara de la computadora para que ésta pueda interactuar con el texto impreso. Se defamiliariza el proceso de lectura, tan acostumbrados que estamos a leer de acuerdo a la manera impresa, pues ahora estamos leyendo el texto impreso leído por la computadora. En esta inversión, se exteriorizan diferentes hábitos de lectura que se sincronizan a través del artefacto artístico/performativo, forzándonos a ver una tecnología a través de la otra, una ¨remediando¨ a la otra simultáneamente. Belén Gaché conecta el miedo al caos generado por este espacio de convergencia con limitaciones que no son generacionales, sino socioeconómicas: ¨la falsa conciencia,/la conciencia de clase,/ la que nos vuelve cobardes¨ (Ser Y No Ser. Atrapados en la Existencia Cuántica). Esta conciencia mediática se puede asociar a una conciencia de clase y, como dice McLuhan, la literacidad de un medio se usa para diferenciarnos entre grupos sociales, como por ejemplo, la oralidad de la literacidad y ésta de la navegación de computadoras. Además, no se me permitía instalar el software para el poema de Belén Gaché, lo cual trae a la mente problemas de acceso y la caducidad de los códigos. Por otro lado, el código como metáfora material no sólo refleja la mediación de nuestras prácticas de lectura ideológico/inconscientes con el libro, sino que propone una lectura activa, una actitud intencional frente a las posibles implicancias de todo medio. ¨Between Page and Screen¨ permite ver la espacialidad de las letras impresas, al simular la tridimensionalidad de lectura, pero no solo eso: nos fuerza no sólo a alterar el texto no sólo con la navegación sino con el movimiento de papel impreso. En fin, lo que hacen estos ensamblajes de textos impresos y poemas electrónicos es traer a la conciencia que leemos los libros sin saber cómo leemos, y que leemos las computadoras como si leyéramos libros, lo cual no nos permite ver qué se nos escapa. Pero siempre habrá algo que se nos escapa mientras necesitemos mediación para darnos cuenta: siempre estamos adelantados a nosotros mismos. Es como si el verdadero código fundacional es la violenta desconexión fundamental entre cultura y cuerpo. Como dice Gaché:
¨Yo no tengo otro ser que mi ser otro¨.
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