La expresión del realismo mágico en forma digital
El tema que exploramos esta semana es la narrativa electrónica: el realismo
mágico y el cibertexto. Las lecturas que tuvimos que completar incluyen la obra
Cien años de soledad de Gabriel García
Márquez y “El Hotel Minotauro” de Doménico Chiappe. Estas obras presentan una
historia que incluye elementos “mágicos” o “fantásticos” dentro de un marco que
simula la realidad humana. Algunos de estos elementos mágicos incluyen la
desorganización del tiempo como concepto linear, la representación de personajes
en formas verosímiles y el reconocimiento de eventos fantásticos como
razonables y justificables.
En esta publicación, describiré aspectos relevantes de las dos obras en
cuestión y hablaré sobre la utilidad de formas virtuales y digitales para
representar narrativas del realismo mágico. Principalmente, me pienso enfocar
en uno de los puntos previamente mencionados: la representación de personajes (y
sus acciones) mágicos/fantásticos en formas verosímiles. Para comenzar, en el
libro de García Márquez, el pueblo de Macondo es fundado por José Arcadio
Buendia y su esposa Úrsula, con la ayuda de muchas personas que siguieron a
esta pareja en busca de un nuevo hogar. Esto no se encuentra fuera de lo
normal, sino fuera porque algunas de estas mujeres lograron completar un
embarazo y dar a luz a niños saludables, como en primogénito de los Buendía, justo
cuando el grupo se encontraba en constante movimiento a través de selvas y
bosques. Otro ejemplo es la vida, muerte y “retorno” de Melquíades. Melquíades
se representa como un viajero que atraviesa todo el mundo en búsqueda de
avances tecnológicos que pueda presentar y vender o otros pueblos que, de otra
manera, no tendían acceso a estas herramientas. En ningún momento se cuestiona
la habilidad del grupo de Melquíades de caminar y explorar todo el mundo,
constantemente y atravesando selvas y bosques sin perderse nunca. Además, este
explorador del mundo, después de años de conocer a los Buendías, llega a morir
y José Arcadio se entera por parte de otras personas que le revelan esta
información. Más adelante, Melquíades regresa a la vida y continúa su amistad
con José Arcadio como si nada extraño hubiera sucedido.
La historia del Hotel Minotauro presenta algo similar a la representación
de personajes mágicos, como lo vimos en Cien
años de soledad. En esta narrativa tenemos al personaje principal, un
minotauro, que vive dentro de un hotel/laberinto. En este hotel se encuentran más
personas, algunas de las cuales son víctimas del minotauro y llegan a perder la
vida. Pero también hay otra persona, una mujer de la cual el personaje
principal se enamora. El minotauro, por supuesto, es un personaje mitológico
sin ningún parentesco a la realidad. Sin embargo, podemos saber más sobre sus
acciones, sus pensamientos y sus emociones (por ejemplo, su amor por la
misteriosa mujer). Y de la mujer no sabemos mucho. La presencia de este ser humano
en la historia es un poco fantasmal. La vemos simplemente a través de imágenes fijas/congeladas.
En sí, vemos en esta obra que se confunde lo verosímil de los personajes—el minotauro
y la mujer—hasta lograr que cambien en su representación/conexión realista.
Lo que podemos ver en estas dos obras es un cambio muy claro en la
representación del realismo mágico a través de herramientas asociadas con los
medios en los que se presentan las historias. En Cien años de soledad, la narrativa—el desarrollo de la trama—es esencial
para presentar lo real y lo que se aparta de la realidad. Sin embargo, en la
otra obra, aunque la narrativa ayuda mucho—como la representación de los
sentimientos del Minotauro—algo simple como la representación de la mujer misteriosa
en fotografías ayuda a avanzar este cambio de papeles como real o fantástico de
estos dos personajes: el minotauro y la mujer. Así que la presentación digital
de una narración puede apoyarse de las representaciones visuales, auditivas y
demás para crear esta ruptura de lo real y lo mágico en la literatura digital.
Comments
Post a Comment