Herramientas Digitales para leer Cien Años de Soledad

Para una novela de la complejidad y densidad narrativa como lo es Cien años de soledad de Gabriel García Márquez, creo que la tecnología digital que tenemos al alcance hoy por hoy (y seguro mañana) puede aportar herramientas interesantes para complementar, reimaginar o apoyar la lectura. Me refiero a experimentos parecidos a los que se han hecho con Ulysses de James Joyce (aquí: http://ulysses.bc.edu ) o Infinite Jest de David Foster Wallace (aquí: http://infiniteatlas.com ). Si bien estas dos novelas tienen la ventaja de estar ubicadas –al menos relativamente– en las ciudades de Dublín y Boston, cosa que permite el uso de Google Maps, creo que la novela de García Márquez se podría prestar a experimentos digitales interesantes. A botepronto, se me ocurren tres posibilidades diferentes.
            La primera tendría que ver con los distintos, innumerables personajes y sus conexiones entre ellos. Se me ocurriría elaborar entonces una especie de red que marcara las interconextiones entre ellos. Asimismo, se me ocurre que distintos tipos de relación (de parentesco, de matrimonio, de amistad) podrían marcarse con distintos colores o resaltarse de alguna manera que resultara práctica para el visitante de la página. Como complemento a esto, se le podría dar click a cada personaje para que apareciera entonces una viñeta con la información básica del mismo (padre y madre, hermanos, situación, particularidades de su personalidad, etc.). De este modo, un lector de la obra podría remitirse a esta página en aquellos momentos en los que la genealogía, las relaciones de parentesco lejano o las relaciones casuales con personajes de paso en la novela (¿quién era Pietro Crespi? ¿quién era Roque Carnicero?) se volvieran confusas o irrecordables.
            La segunda posibilidad tendría que ver con Macondo. Se me ocurre la posibilidad de un mapa o una serie de mapas que “dibujaran” la evolución del pueblo de un conjunto de casas sin camino de entrada y salida y sin cementerio a el Macondo de los últimos días. De esta manera, el paso de los años, los cambios de casas, la transformación de ciertos lugares (la escuela en cuartel, etc.), la recurrencia de espacios clave (el despacho, el castaño, la Calle de los Turcos) e incluso las trayectorias de los personajes podrían ser apreciados espacialmente. La elaboración de estos mapas, por otra parte, serían a su vez un ejercicio imaginativo para sus creadores ya que implicaría “dibujar” el pueblo completo y su evolución a partir de un conjunto limitado de pistas que podemos leer en la novela.
            Finalmente, creo que al lector de Cien años de soledad le podría ser útil una línea del tiempo que más o menos ordenara las piezas que, en la novela, están por momentos descompuestas y alternadas (de forma por lo demás brillante, claro). La línea del tiempo podría incluir el devenir de cada personaje (nacimiento, infancia, edad adulta, muerte), de Macondo (fundación, gitanos, llegada de los políticos del interior, etc.), del exterior de Macondo (la Guerra, liberales contra conservadores, etc.) e incluso quizá de los inventos y manuscritos de Melquiades. Más que arruinar la experiencia de lectura, creo que una herramienta como esta podría complementar e incluso mostrar al lector la forma como todos los hilos de la novela se van abriendo y cerrando hasta el hilo final.

             En fin, estas son tan sólo algunas ideas.

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