Debates en torno a las "Humanidades Digitales"
De los debates en torno a las así llamadas
(por ahora, al menos) “Humanidades digitales” (Digital Humanities), me llaman
la atención tres puntos en particular. El primero tiene que ver con
metodologías críticas para leer, analizar y crear conocimiento a partir de
herramientas digitales pero respecto a un corpus
no necesariamente digital, en una línea que puede rastrearse hasta Vannebar
Bush y su famoso Memex. En efecto, las tecnologías digitales han permitido,
entre otras cosas, no sólo preservar una cantidad de información muy alta sino
también procesar esa información en bases de datos, estadísticas, gráficas e
incluso mapas (como hace Franco Moretti en Graphs,
Maps, Trees). En lo que se refiere a los estudios literarios, esto ha
generado una manera de leer literatura, conocida como “distant reading”, la
cual ha causado gran controversia pues muchos de sus análisis se deslindan de
la lectura cercana de ciertos textos en particular –tendencia hegemónica en los
estudios literarios– para, en su lugar, concentrarse en tendencias generales,
ciclos, panoramas. En lo personal, conozco poco sobre el tema, sólo he leído el
libo de Moretti ya mencionado, así que me limitaré a decir que, en este libro,
muchas de las observaciones hechas a partir de este tipo de análisis me
parecieron interesantes y valiosas, sobre todo las que dan pie a un análisis
pormenorizado, es decir, a una lectura cercana. En ese sentido, yo no vería
mayor problema en que el uso de herramientas digitales para procesar y analizar
información amplia fuera un elemento más de los estudios literarios pues no
creo que esto sea mutuamente excluyente de una lectura cercana de ciertos
textos: creo que es perfectamente válido hacer una, otra o ambas al mismo
tiempo (que quizá sería lo más interesante). Sin embargo, es evidente que se
trata de algo más que una disputa metodológica: es también una disputa política
y simbólica al interior de la disciplina (¿quién tiene el control?). Quizá sea ahí donde esté la clave del debate y no tanto
en la discusión intelectual respecto a la forma como leemos y analizamos
fenómenos culturales como la literatura, pues –si no se toman como ortodoxias–
ambos métodos pueden ofrecer una perspectiva propia, pero no necesariamente
excluyente de la otra.
El
segundo punto que me pareció interesante tiene que ver con la propuesta de Alan
Liu respecto a las humanidades digitales como un posible puente entre la
academia y un público más amplio que ésta. Esto me parece relevante pues creo
que uno de los grandes problemas del trabajo académico actual (en humanidades)
es su falta de conexión y aislamiento respecto a otras instancias culturales.
En efecto, la propuesta de Liu y los caminos señalados por él y por Gold en sus artículos podría dar pie no
sólo a una nueva forma de hacer, publicar y difundir el trabajo académico en
humanidades sino también a crear lazos más fructíferos entre la academia y la
sociedad contemporánea. De nuevo, conozco poco sobre el tema, pero algunas de
las ideas y subgerencias esbozadas por estos autores dan mucho que pensar e
imaginar respecto al trabajo que hacemos y las posibilidades de llevarlo hacia
nuevos horizontes en el futuro cercano y a partir de herramientas digitales.
Finalmente,
me pareció interesante también la otra sugerencia de Liu: las humanidades
digitales tienen que pensar críticamente sobre su propio trabajo y las
herramientas a partir del cual lo llevan a cabo. Él sugiere, por un lado,
pensar en la instrumentalidad y el determinismo como tal –lo cual ciertamente
se antoja fructífero– y, por el otro, trabajar más cerca de los estudios de
“new media” y otras disciplinas como esta. En este sentido, me pareció que Liu
apunta a lo que Hayles y Pressman llaman “media awareness”, tomar en cuenta no
sólo el texto o los textos sino también el medio en el que se crea, se
distribuye y se lee. Este aspecto del debate, a su vez, me hizo pensar un
conjunto de preguntas inversas a la que Moretti y otros se han hecho (cómo leer
textos no digitales a partir de herramientas digitales), es decir, ¿cómo leer, escribir y analizar textos
literarios digitales? ¿qué implica escribir “papers” sobre textos cuyo medio ya
no es el papel? ¿qué posibilidades metodológicas podrían surgir a partir de una
reflexión sobre este tipo de textos?
Referencias:
Gold, Mathew K., "Digital Humanities." John Hopkins Guide to Digital Media. Eds Ryan, Emerson, Robertson. Baltimore: John Hopkins UP, 2014.
Hayles, Katherine and Jessica Pressman. "Making, Critique: A Media Framework". Comparative Textual Media: Transforming the Humanities in the Postprint Era. Menneapolis: University of Minnesota Press, 2013, vii-xxxiii.
Liu, Alan. "Where is Cultural Criticism in the Digital Humanities?": http://dhdebates.gc.cuny.edu/debates/text/20
Moretti, Franco. Graphs, Maps, Trees. New York: Verso, 2005.
Referencias:
Gold, Mathew K., "Digital Humanities." John Hopkins Guide to Digital Media. Eds Ryan, Emerson, Robertson. Baltimore: John Hopkins UP, 2014.
Hayles, Katherine and Jessica Pressman. "Making, Critique: A Media Framework". Comparative Textual Media: Transforming the Humanities in the Postprint Era. Menneapolis: University of Minnesota Press, 2013, vii-xxxiii.
Liu, Alan. "Where is Cultural Criticism in the Digital Humanities?": http://dhdebates.gc.cuny.edu/debates/text/20
Moretti, Franco. Graphs, Maps, Trees. New York: Verso, 2005.
Comments
Post a Comment