Temporalidades cíclicas.
Identifico
un tiempo absoluto guiado por la voz del narrador omnisciente que conoce las
memorias, el futuro, el pasado de los personajes y un tiempo histórico; los
cien años de acontecimientos en Macondo (aunque no se limitan a cien, porque
hay referentes hacia un pasado que ocurre antes de la fundación de Macondo, por
ejemplo el hallazgo del Galeón o las circunstancias que llevan a Úrsula y José
Arcadio Buendía a buscar un lugar donde vivir).
Entre
los recursos que el narrador utiliza de manera constante está la prolepsis. Creo
que el uso de este tropo tiene el objetivo de jugar con el tiempo y de alguna
manera atrapar al lector al darle un preview sobre lo que ha de pasar en el
futuro, por ejemplo en el inicio:
"Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel
Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo
llevó a conocer el hielo." (9)
Y
aunque como ya dije antes, el recurso aparece constantemente, como guiando la
narración hacia un futuro sembrando pistas de lo que ha de pasar en la red de
acontecimientos y personajes, hay momentos
en que las similitudes son demasiado evidentes, como en el capitulo X
que inicia:
"Años después, en su lecho de agonía, Aureliano Segundo había de recordar
la lluviosa tarde de junio en que entró en el dormitorio a conocer a su primer
hijo." (221)
Este
tipo de construcciones, en conjunto con la repetición de los nombres, las
características y ocupaciones de los personaje, etc dan el efecto de un tiempo
cíclico, que lleva al lector a caer en algo que está entre el trance y la
confusión y en ocasiones lo hace dudar si ya había leído lo que acaba de leer.
A
momentos hay una sensación de estar en un presente plegado, o dentro de una grieta temporal con un tiempo
que a pesar de ser cíclico continúa su fluidez, está en movimiento aunque
tienda a volver a un sitio similar pero siempre en un plano distinto. Como en
el momento en que Úrsula dice:
«Ya esto me lo sé de
memoria -gritaba Úrsula-. Es como si el tiempo diera vueltas en redondo y
hubiéramos vuelto al principio.» (225)
Me parece que este tipo de detalles son
una especie de guiño irónico hacia el lector, para que salga un poco del trance
o de la grieta (o para que lo tome con humor y no se desespere).
En formato digital se puede explorar la
superposición de planos, las ramificaciones
temporales que traspasan los límites mismos del libro (por ejemplo el
caso de Eréndira que aparece momentáneamente en Cien años de soledad, pero cuya historia se desarrolla más
completamente en La increíble y triste
historia de la cándida Eréndira y su abuela desalmada), el seguimiento
histórico de los personajes, etc.
De entre las concepciones temporales
contenidas en el libro, la que aparece en la lectura de los pergaminos de
Melquiades, que por cierto es un efecto que guarda un gran parecido con el
aleph del relato de Borges, es algo que me gustaría ver en formato digital,
pero es tan misterioso que no puedo imaginar de qué manera podría lograrse.
Márquez, Gabriel
García. Cien Años De Soledad. Madrid: Alfaguara, 2007. Print.
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