El cibertexto como Aleph
Borges describe al Aleph como "uno de los puntos del espacio que contienen todos los puntos". Esta definición resulta interesantísima ya que pone en jaque las concepciones de espacialidad posibles según lo que conocemos, según lo que podemos ver. Pero si pensamos en el Aleph como metáfora para el cibertexto, para una narrativa que rebasa las dualidades prescritas de la lectura, podemos tal vez ver posibles conexiones.
Según Aarseth, el cibertexto es a la misma vez una máquina y un proceso que permite que el lector no sólo lea una historia sino que participe en ella también. Este proceso ergódico, como lo denomina el autor, lleva al lector a darse cuenta de que su acercamiento ante el cibertexto tiene consecuencias; aunque posiblemente no verá todas las posibilidades del cibertexto, sabe que están allí y siempre se preguntará qué otras opciones narrativas tiene texto. En el cibertexto el lector "is a player, a gambler; the cybertext is a game-world or world-game; it is possible to explore, get lost, and discover secret paths in these texts, not metaphorically, but through the topological structures of the textual machinery" (Aarseth 4). Por esta pluralidad de posibilidades narrativas y la performatividad del ciberlector, encuentro al Aleph y su forma de recoger tantas cosas en un sólo espacio, como un guiño a las posibilidades similares que ofrece el cibertexto.
Referencias:
Aarseth, Espen. Cybertext: Perspectives on Ergodic Literature.
Borges, Jorge Luis. "El Aleph"
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