El otro lado del infinito: Borges, "feedback loops" y el multiverso
Mi
compañero Justin ya ha tratado, de manera bastante interesante, los aspectos técnicos
(matemáticos) del infinito. No obstante, como me llamó la atención a mí también
el uso del infinito en las dos obras de Borges (“El
Aleph” y “El jardín
de senderos que se bifurcan”), me
gustaría elaborar unos pensamientos que tenía mientras leía los textos.
El Aleph, como
bien señaló Justin, es un símbolo que suele usarse para indicar el infinito. Así,
cuando el narrador Borges mira dentro del Aleph, ve “todos los lugares del orbe”.
De aquí saltan muchas preguntas, entre ellos, ¿cómo puede uno ver tantas cosas
a la vez? Suponiendo que el narrador tuvo, en ese momento, la habilidad de ver
todas las cosas dentro del Aleph a la vez, ¿implica esto un infinito? Me parece
que sería una cantidad enorme de cosas, pero no un infinito como el límite ha
sido definido como “todos los lugares del orbe”. Sin embargo, con la habilidad
de ver todos los lugares a la vez viene la posibilidad de verse, en el Aleph, a
uno mismo viendo el Aleph. Esto sí crea una situación infinita, porque el
Borges narrador puede ver el Aleph dentro del Aleph y ver otro dentro de ese
Aleph (si realmente son distintos, no sé) y así hasta el infinito (el mismo
efecto que se logra por poner dos espejos uno frente al otro). Esto crea una
especie de “feedback loop” mencionado por Aarseth. Según Aarseth, toda obra de “cybertext”
tiene que tener algún “feedback loop” para considerarse obra digital o cíber.
Asimismo tiene que ver con la obra infinita circular que menciona Justin y que
aparece en “El jardín de senderos que se bifurcan”.
En “El
jardín de senderos que se bifurcan” Borges describe otro posible infinito esta
vez alcanzado a través de un libro-laberinto en el cual se toman todos los
posibles caminos a la vez. De allí se
bifurcan de nuevo los caminos, encapsulando a todos las posibilidades hasta el
infinito. Resulta que en una versión de la historia, el profesor y narrador son
amigos, en otro, enemigos, etc. Esto lleva implicaciones filosóficas no sólo
para la literatura pero para la realidad misma. De hecho, según una teoría de
la física cuántica, este proceso realmente ocurre en la forma del multiverso. En la esfera
de la literatura electrónica, o “cybertext” este proceso de posibilidades infinitas
puede reproducirse. Mientras, creo yo, un infinito verdadero sería imposible,
se puede jugar con la representación del infinito (así como lo hace Borges).
Sin embargo, mientras Borges sólo sugiere estas posibilidades, uno puede jugar
con ellas de manera activa en un espacio digital, dejando que el lector vea
todos los caminos posibles a la vez, o limitando su elección a una cantidad
predefinida. De este modo, como señala Aarseth, el espacio digital sirve para
explorar ideas ya concebidas en la literatura. La única diferencia siendo el
medio, o las herramientas, que uno tiene para representarlas.
Fuentes
consultadas:
Aarseth,
Espen. Cybertext: Perspectives on Ergodic Literature.
Borges,
Jorge Luis. “El Aleph”
Borges,
Jorge Luis. “El jardín de senderos que se bifurcan”
¿Qué
es el multiverso? https://www.youtube.com/watch?v=DtkdzsfSveo
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