Forma y contenido en la poesía generada
En su libro
Prehistoric Digital Poetry (2007),
C.T. Funkhouser clasifica la poesía generada dentro de dos categorías: “Permutational”
y “Combinatoric”. Dentro de esta última existe también una subcategoría de
poesía “slotted into syntactic templates.” Este último tipo de poesía generada
es muy común y puede verse en ejemplos como El cerebro de Edgardo de Santiago
Ortíz o Taroko Gorge de Nick
Monfort. La poesía generada no tiene por qué ser solamente digital. En el año
1961, Raymond Queneau publicó Cien mil
millones de poemas, que funciona igual que algunos generadores combinatóricos.
Como indica el título, el lector-poeta-curador (para prestar un término de mi
colega Alfonso) es capaz de crear 100.000.000.000.000 poemas. En los dos previos ejemplos digitales,
la forma en que aparece el texto del poema(s) no depende del contenido del
texto. Sin embargo, Funkhouser escribe de un generador de poesía que sí
incorpora cambios en la forma según el contenido. En la página él describe un generador
llamado Cityman Story en que el texto
se toma una forma cada vez más desorganizada y caótica, reflejando el contenido
del texto en que el personaje va perdiendo su orientación en el momento y en la
vida.
Esta
relación entre la forma y el contenido no sólo ocurre en los textos combinatóricos,
se encuentra también en los permutacionales. Un ejemplo de esto sería un texto
que leímos (vimos, exploramos) para esta semana, Seattle Drift
de Jim Andrews. En esta obra el poema siempre empieza del mismo punto de
partida, el texto breve “I’m a bad text. / I used to be a poem / but drifted
from the scene. / Do me. / I just want you to do me”. El poema consiste en tres
funciones posibles: “Do the text”, “Discipline el text”, y “Stop the text”. Si
se da a la primera función, el texto rompe al azar según un algoritmo de
aleatorización. Aquí la forma cambia con el contenido. Son ligados
inextricablemente. Según la forma aleatoria que produzca el algoritmo, la forma
adquiere un nuevo sentido que se ve reflejado en el contenido y vice versa.
Esta
técnica de usar la forma y contenido juntos para enriquecer la obra literaria
tiene una expresión importante en la poesía generada (y la e-poesía en general),
pero tiene sus raíces en la literatura impresa. Los concertistas en Brasil
utilizaron técnicas muy parecidas, y dentro de la tradición hispana (y para
ligar el tema con algo que hemos discutido ya en este blog) existe la misma técnica
utilizada por Cortázar en Rayuela cuando indica movimiento y posición con la
forma mientras unos personajes suben una escalera.
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